El cabello necesita una nutrición y una dieta equilibradas y aseadas, básicamente porque es un indicador de cuan saludables estamos. 

Necesitamos muchas vitaminas y proteínas vegetales para conseguir un crecimiento notable del cabello. Os recomiendo tomar nueces, brócoli, espinacas, grasas buenas como las del aguacate y, sobretodo, beber muchísima agua. 

De este modo conseguiremos que el cabello nuevo que crezca nazca fuerte, sano y brillante.

Probablemente, muchos me diréis que la alimentación, en algunos casos, no es suficiente para conseguir la cantidad necesaria de nutrientes; por eso, para completar la dieta existen vitaminas en capsula especiales que contienen biotina y keratina, sustancias necesarias para que el cabello crezca bien, pero que además aportan un plus a tus uñas y piel. 

No os creáis tampoco que haciendo todo esto el cabello os va a crecer cuatro centímetros en un mes, porque es imposible! Pensad que todos los días de forma natural ya se nos cae mucho cabello. Como mucho conseguiremos medio o un centímetro al mes. 

Pero bueno, poco a poco!

El segundo tip, casi tan importante como la alimentación, tiene que ver con la forma de lavarnos. 

Supongo que habréis oído en muchas partes que lavarse el cabello a diario es muy malo; y es completamente cierto. El motivo es que le estás quitando los aceites naturales que produce tu cuero cabelludo. 

La gracia está en lavarse el cabello sólo dos o tres veces por semana, y cuándo lo hagamos intentar cepillarnoslo antes de entrar a la ducha.
Además, una vez hayamos terminado tenemos que procurar darnos el último aclarado con agua fría (podéis inclinar la cabeza hacia delante para que no os toque al resto del cuerpo).
Lo que conseguiremos con esto es sellar bien el cabello y evitar, entre otras cosas, las puntas abiertas.

Obviamente con tan sólo tres lavados a la semana, estamos entrando en un terreno un poco peliagudo para los que tenemos el cabello graso y en nada se nos vuelve a ver sucio. 

Para solucionar esto podéis utilizar champús en seco; un producto en spray que contiene un tipo de polvo que permite absorber la grasa del cuero cabelludo. Su uso es bastante simple: divides tu cabello en partes, rocías el producto, masajeas un poco, dejas actuar y cepillas para retirar el resto.  

Normalmente, estos champús son transparentes, huelen increíblemente bien y se encargan de eliminar la suciedad del cabello devolviendole su aspecto fresco y permitiendo espaciar los lavados. 

Yo ya he probado un par y el que os puedo recomendar porque me encanta como deja el pelo es el de la marca Klorane (ortiga) o Gliss de Schwarzkopf.

Como regalo, os añado un par de tips extra que quizás os resulten interesantes.
En primer lugar, para los que tengáis el cabello seco, si queréis mantenerlo acondicionado y hidratado podéis utilizar aceites especiales (almendras, mango, Argán...) que, además, os lo protegerán del sol y del calor.

En segundo lugar, es aconsejable no utilizar sombreros o las chicas haceros colas de caballo diariamente porque esto hace que no dejemos oxigenar bien el cabello y además que soporte demasiada presión.
Lo mejor es dejarlo libre, de este modo irá tomando una forma más bonita y natural.